Relación con un Diario
Por: M.I. Ospina, M.A. Cárdenas, V.E. Valencia
Para efecto de análisis de El Tachenko, creemos conveniente comparar algunas de las relaciones existentes entre este impreso y una publicación periodística de circulación masiva como El País. Siendo así, analizaremos los siguientes puntos:
PERIODICIDAD
“Y todos los días y todos los días, los diarios publicaban porquerías” 2
Esto parece ser exactamente lo que no pasa con El Tachenko si lo comparamos con un diario de gran calaje como El País, pues la publicación del pasquín no está obligada a cumplir una periodicidad establecida y, sólo sale cuando su creador, productor y editor tiene tiempo y disposición para sentarse a elaborarlo.
Analizando este fenómeno se puede deducir que el “Esporiódico”, al no tener una fecha segura de llegada a la casa de los suscriptores, genera una gran expectativa; produce un afán de novedad, de saber qué viene en la siguiente edición; una curiosidad por conocer qué dirán de cada uno de los lectores; una atracción casi macabra por saber las “desgracias” de los demás miembros del grupo de tachenko-lectores.
El hecho de que el pasquín sea esporádico, es en realidad la mejor estrategia publicitaria para tener siempre cautivos a sus “clientes”, así Juan Andrés no lo haga intencionalmente. Por otra parte, al no existir una obligación para publicarlo regularmente, no se agota ni el ánimo ni la creatividad, y durante el lapso de tiempo transcurrido entre una y otra edición, pueden producirse hechos graciosos que son recopilados para ser publicados en la siguiente edición de este medio escrito.
MATERIALES
“A fines de la década de los sesenta, se encontraron otras aplicaciones para las computadoras y otros equipos electrónicos” 3
Es precisamente por la popularización de las computadoras que aparecen fenómenos tan interesantes como El Tachenko, ya que estas máquinas hoy en dia facilitan las labores de diseño y diagramación de los medios impresos. De igual manera, “muchos periódicos han instalado o están instalando sistemas de computación para acelerar el proceso de preparación y armado de páginas de los diarios” 4. Es así como Juan Andrés cuenta con los programas Corel Draw y Page Maker, los cuales le permiten realizar el “Esporiódico” en su totalidad. Los dos programas anteriormente mencionados fueron creados por Microsoft con el fin de facilitarle a los publicistas y a los diseñadores gráficos las tareas de diagramación y distribución de textos y gráficas en las páginas de un impreso cualquiera.
También son aplicadas otras tecnologías como el scanner, que permite la reproducción de fotos y dibujos que no se encuentran incluidos dentro de los programas del computador, lo cual le ha permitido al realizador de El Tachenko colocar fotografías de matrimonios, viajes hechos por el grupo y en general, todo tipo de imágenes (especialmente logos publicitarios).
Otro aspecto importante y digno de tener en cuenta es el cuerpo físico del medio impreso, comenzando por el formato:
Son dos hojas de papel bond de 80 gr, tamaño oficio; esto permite su fácil archivo y su durabilidad, pues dicho papel es mucho más grueso que el papel periódico corriente en el que se publican los diarios de gran escala.
Además, se debe tener en cuenta que todos los Tachenkos son originales, porque se reproducen directamente en la impresora conectada al computador de Juan Andrés, a diferencia de otros diarios que pasan por el proceso de las rotativas.
RELACIÓN CON EL TIEMPO
En lo que se refiere al tiempo podemos decir que la relación que el pasquín guarda con éste está ligada a la actualidad de las noticias. Al respecto tenemos que la diferencia con los grandes diarios radica en que los acontecimientos que en él son publicados no tienen que haber ocurrido el día anterior al de la edición, cosa que sí ocurre en un periódico de circulación general. En El Tachenko pueden consignarse sucesos que pudieron haber ocurrido días, semanas o meses atrás, y lo que se publica en él es lo que Juan Andrés recuerda, o que ha escuchado o experimentado durante el tiempo que transcurre entre la salida del último ejemplar y el que ha de venir.
A su vez, dicha publicación, al igual que la crónica, tiene una relación muy importante con el tiempo: la de convertirse en un archivo de las anécdotas, vivencias y acontecimientos trascendentales experimentado por este grupo de amigos.
Juan Andrés tiene gran flexibilidad al escribir su pasquín, todo lo redacta desde su punto de vista y el único límite que se impone, por ética, es no incluir nada que pueda herir la susceptibilidad de alguno de sus suscriptores. Por lo demás, el “Esporiódico” cumple un papel similar al de la crónica, puesto que su concepción de archivo le permite registrar todos los hechos curiosos y anecdóticos que él y sus amigos viven a diario.
Valdría la pena preguntarnos la razón por la cual El Tachenko no es efímero. La respuesta es sencilla: porque entre los usuarios del mismo existen lazos de carácter afectivo (amistad, parentesco…) cosa que no ocurre en un periódico de circulación regular. Además, por ser apenas alrededor de 25 suscriptores, la información que se maneja gira en torno a ellos; es una burla de sí mismos lo que los invita a coleccionar los distintos ejemplares que han salido publicados.
Efectivamente conocemos que el “Esporiódico” es coleccionado por la gran mayoría de los suscriptores, lo que responde, de manera contundente, a la pregunta planteada. Por otra parte, éste, de forma intencional o no, está hecho para ser coleccionado. Si sumamos los aspectos que hemos tratado (formato, calidad del papel, periodicidad) tenemos que este inusual medio de comunicación es un fenómeno que podemos caracterizar como perdurable, pues sabemos que sus receptores leen y releen los 15 ejemplares publicados hasta hoy.
Siendo así, podemos asegurar que a Juan Andrés Sinisterra le sería muy fácil asumir lo que alguna vez escribió Andrés Caicedo en su novela “Que viva la música”: “Si dejas obra, muere tranquilo, confiando en unos pocos buenos amigos”, en este caso unos pocos buenos suscriptores.
DIAGRAMACION
La diagramación utilizada para la elaboración de El Tachenko es una copia de la usada por el diario El País. Esto tal vez se deba a que éste es uno de los periódicos más conocidos por la gente de Cali y de alguna forma, puede generar cierta aceptación dentro del público que ya está acostumbrado a algunos esquemas.
Aunque el interés principal de Juan Andrés Sinisterra no es precisamente realizar una parodia del diario El País, el sólo hecho de jugar con los avisos publicitarios, manejar un lenguaje que además de juvenil es el específico de su grupo y tener como principal objetivo el humor, demuestra que en realidad sí existe el deseo de parodiar.
Las similitudes entre el diario y el “Esporiódico”, son muy claras si se tiene en cuenta la diagramación:
- El día en que se editan aparece ubicado un poco más arriba del título.
- Cuentan con la página foliada, que ubica al lector en la sección, fecha y lugar.
- Las reflexiones y pensamientos ubicados en la parte superior izquierda de la primera página de El País es una de las oportunidades que aprovecha Juan Andrés para hacer humor dentro del “Esporiódico”.
- El uso de antetítulos para dar una información adicional (complementaria al título y la bajada) es frecuente en ambos impresos.
- Se utilizan separadores para diferenciar las noticias dentro de la página.
- Es común el uso de flashes titulares: la noticia comienza en la primera página y es ampliada en otra. El Tachenko aprovecha estos casos para hacer humor y envía al lector de una página a otra utilizando frases graciosas.
- Los titulares están en altas y ciertos títulos son invertidos.
- Algunos recuadros en los que se destaca la información, son de un color diferente al blanco (generalmente gris).
- Es frecuente el uso de imágenes que acompañan el texto, las fotografías con pie de foto, y las llamadas que destacan información.
- La utilización del separador en el sótano y los borondeles (líneas suaves que encierran o separan información) es otra característica semejante de ambos Impresos.
Aunque las similitudes existentes son muchas más de las ya mencionadas, es interesante conocer unas cuantas diferencias entre un impreso y el otro.
El hecho de que Juan Andrés Sinisterra, realizador de El Tachenko, no tenga una autoridad sobre él, hace que las normas utilizadas para la elaboración de su pasquín sean mucho más flexibles que las usadas en otros medios de circulación masiva. El no se tiene que preocupar por el orden en que escribe sus artículos, pues su interés no está en jerarquizar “las noticias”. Tampoco está obligado a mantener ciertos patrones en cuanto a las letras, sino que por el contrario busca combinar altas y bajas para generar agilidad y movimiento.
Aunque aparentemente no existe un manual de normas establecido, es evidente que éste se encuentra interiorizado por el autor del pasquín, el cual lo refleja en cada una de sus ediciones al conservar varios patrones que le dan unidad al “Esporiódico” en cuanto a la forma y al contenido.
El Slogan de “El Esporiódico de Tacha, para Tacha, por Juan” que hace dos ediciones se convirtió en “El Esporiódico de Tacha, para Tacha, por el Pollo”, es un ejemplo de diferencia, ya que el diario El País no cuenta con un slogan establecido.
Mientras en la primera página del periódico, columna izquierda, aparecen los títulos de las noticias más importantes de cada sección, El Tachenko no cuenta con secciones definidas. Aunque su realizador utilice nombres específicos para algunas páginas, estos no implican una relación muy intima con los textos, debido a que Juan Andrés no presta mucha atención ni al orden ni al espacio en el cual ubica los distintos artículos.
El periódico El País cuenta con seis columnas y el “Esporiódico” sólo con tres. Es obvio que lo anterior se debe a la gran diferencia existente en cuanto al tamaño de uno y otro impreso.
En el diario El País encontramos páginas horizontales y verticales, además de regulares e irregulares. Mientras tanto, en el pasquín predominan las páginas verticales y las regulares.
La policromía propia de El País contrasta con el duotono (blanco y negro) característico de El Tachenko.
Finalmente, en el “Esporiódico” es costumbre subrayar los títulos, cosa que no ocurre en El País.
RELACIÓN CON LA IMAGEN
El periódico El País cuenta con una gran cantidad de fotografías que acompañan los distintos artículos. Casi que podríamos hablar de por lo menos una imagen por cada uno de ellos.
Las ilustraciones de la primera página de cada sección son a Color, mientras que las demás son a blanco y negro. Estas tienen como objetivo, además de hacer el diario más atractivo, mostrar una imagen que tenga que ver directamente con la noticia y ejemplifique algún hecho que allí se relate. Para esto, todas las fotografías cuentan con un pie de foto que da información muy breve y puntual acerca del acontecimiento allí ilustrado.
Es poco frecuente que el Esporiódico El Tachenko incluya una fotografía dentro de su ejemplar. Si decide hacerlo es porque definitivamente la foto misma es la noticia y puede cobrar el valor de un artículo. Lo que Juan Andrés busca en la imagen es ridiculizar. Esto lo logra por medio de montajes, que él mismo elabora, por medio del pie de foto donde le saca chiste a una imagen que a simple vista no lo tiene, o usando una fotografía graciosa, que no tenga necesidad de trucos.
Para el productor de El Tachenko, la forma más fácil de hacer humor, lo cual es su principal objetivo, es por medio del dibujo porque él mismo puede manejarlo. Con éste busca burlarse de la publicidad misma y “rellenar” aquellos espacios que le sobran cuando ya no tiene más chismes para contar. Algunas veces copia imágenes de revistas, pero la mayoría son creación propia.
Los dibujos que aparecen en el periódico El País, por lo general son utilizados para hacer humor, como es el caso de las caricaturas, o como mecanismo para hacer publicidad a un determinado producto.
El 27 de marzo de 1996 apareció por primera vez en El Tachenko un dibujo de un Pollo tapando con una de sus alas la primera letra del título del pasquín, razón por la cual el slogan ya no era “El Esporiódico de Tacha, para Tacha, por Juan” sino “EL Esporiódico de Tacha, para Tacha, por el Pollo”.
Todo lo anterior respondía a que Juan Andrés siempre había deseado hacerse un tatuaje. Buscaba algo jocoso y un día vio en una revista a un hombre con un pollo en la mano, y decidió tatuárselo en el brazo derecho. Desde ese día se autodenominó “el Pollo” y diseñó calcomanías para pegarlas en su bicicleta y en el carro.
Ahora el pollo, que se convirtió en el logo de El Tachenko, aparece no sólo en la primera página del “Esporiódico” sino también en los sobres y cartas que elabora Juan Andrés.
LENGUAJE Y ESTRATEGIAS COMUNICATIVAS
Mientras El País cuenta con un lenguaje sencillo y donde predominan las frases cortas, que contribuyen a la claridad del artículo, el Esporiódico El Tachenko maneja un lenguaje humorístico, donde el discurso oral juega un papel muy importante en el carácter juvenil y folclórico del impreso. El País, mientras tanto y teniendo en cuenta su carácter fragmentado, sólo cuenta con algunas secciones como Gentes y Eventos, que manejan este tipo de expresión.
Con un lenguaje coloquial, atravesado por la oralidad secundaria 8, El Tachenko es un pasquín que fuera del contexto en el cual se distribuye no genera ningún tipo de interés, a no ser que se conozcan algunos de los personajes allí involucrados.
Con su lema: “Burla pura y exageración extrema”, muestra lo opuesto de su objetivo frente al periódico El País, cuyo fin es presentar la noticia seria sin emitir juicios al respecto, exceptuando que se trate de artículos pertenecientes a la sección de opinión.
Aunque en un principio las groserías hacían parte fundamental en los artículos del pasquín, su escritor decidió bajarle el tono a los textos. Sin embargo continuó manejando el lenguaje “fresco” utilizado por los amigos dentro del grupo, reemplazando palabras muy comunes por otras que no lo son tanto como es el caso de “orto” (culo) u “ósculo” (beso), y cambiando ciertas estructuras de las mismas para formar nuevas palabras como “Tachenkosas, Crucichenkos”, las cuales le permiten hacer alusión a su “Esporiódico” y a la vez, jugar un poco con el lenguaje.
Dentro de las estrategias comunicativas, tanto El País como El Tachenko, cuentan con elementos propios de la diagramación que les permite hacer resaltar títulos; hacer más llamativa una determinada columna, cambiar el tipo de letra y el puntaje de la misma para crear dinamismo, utilizar llamadas, fotografías, caricaturas e imágenes publicitarias, con el fin de tomar los textos menos pesados y más atractivos ante la mirada del lector.
En el pasquín el humor con que son escritos los textos, la aparición de imágenes chistosas, los apodos y frases que se usan habitualmente, y en general, el uso de códigos que todos los suscriptores manejan, son unas de las estrategias que hacen de El Tachenko un impreso amigable, poco tedioso.
La actualidad juega un papel primordial en ambos impresos. El periódico El País, por su carácter de diario, exige como principal requisito, que las noticias sean novedosas. Las personas quieren saber cuáles son los últimos acontecimientos en cuestión de política, moda, economía, deporte… Por esta razón, los medios de comunicación están siempre a la espera de “la chiva” para capturar la mayoría del público ansioso por conocer algo nuevo.
En El Tachenko, la actualidad de los chismes se debe como primera medida al hecho que el escritor, una vez se sienta a redactar las noticias, comienza por escribir las cosas que recuerda de aquello que le han contado. Es muy factible que olvide muchos de los acontecimientos ocurridos hace algún tiempo, pero lo que sí es probable es que vengan a su memoria las experiencias más recientes. Por otra parte, lo más seguro es que si cuenta algo sucedido hace varios días, todos los suscriptores del Esporiódico ya podrán estar enterados de ello, por lo tanto será poco llamativo leer algo que sabe.
Tanto El Tachenko como El País utilizan como estrategia el comenzar los artículos en la primera página para terminarlos en páginas posteriores. Esto no solo con el fin de incluir más noticias en primera plana sino también para que el lector se vea obligado a recorrer el impreso y conocerlo en su totalidad.
Por comentarios hechos por los suscriptores del pasquín, es bien sabido que estos prefieren los chismes particulares en lugar de los que involucran a varias personas. Es por esto que Juan Andrés ha preferido contar anécdotas ocurridas a cada individuo antes de narrar acontecimientos que incluyan a varios de los Suscriptores.
EJES ORGANIZADORES DE LOS TEMAS
A todas las personas les gusta estar enteradas de lo que acontece a su alrededor. Una de las mejores fuentes de información es el periódico, el cual les permite conocer otras personas, lugares y culturas. Todo esto se logra a través de la esquematización de sus temas.
El País, como un modelo propio del género periodístico escrito, está organizado en secciones, en las que se refleja una estructuración de la información y una jerarquización de los contenidos. Es así como se presenta de la siguiente manera:
Está dividido en ocho secciones, la internacional, la deportiva, la social, la regional, la económica, la metropolitana, la nacional y la de los clasificados; en las que se tratan los tópicos propios de sus respectivos intereses.
Este ejemplar contiene noticias locales, regionales, nacionales e internacionales; una parte editorial, cultural, científica, al igual que tiras cómicas, pasatiempos, entrevistas, anuncios publicitarios y otros.
La jerarquización de las secciones está dada en esta forma:
La nacional e internacional, la económica, la social, la metropolitana, la de los clasificados, la regional y por último, la deportiva. Con esta distribución pretende darle espacios de distensión al lector para que descanse de la información. De este modo, después de las tres primeras secciones viene la social, que representa una “pausa refrescante” para el receptor, y así sucesivamente. Además, busca afianzar tres puntos básicos como son: La actualidad, que es informar a quienes lo leen de lo que sucede a diario; como segundo, la variedad, para mantener el interés del lector y, la amenidad que consiste en comunicar con más alegría.
El Tachenko carece de ejes organizadores porque es un pasatiempo que no pretende cumplir con un objetivo diferente al de divertir. Es un escrito sin jerarquización de temas y el orden de éste está dado por el orden de escritura de los artículos, es decir, surge espontáneamente a medida que se elabora.
El hecho de que sea una recopilación de acontecimientos cotidianos y jocosos hace que carezca de una directriz temática; todo se va dando durante la producción.
PÚBLICO
Se sabe que inicialmente El Tachenko tenía como objetivo primordial informar a Anastasia Pagoulatos sobre los distintos acontecimientos que ocurrían en Cali durante su permanencia en Bogotá. Sin embargo, cuando Juan Andrés Sinisterra, gestor del “Esporiódico”, lo enseñó por primera vez a su grupo de amigos, encontró una gran receptividad por parte de ellos; querían obtenerlo y continuar disfrutando de todas las publicaciones que Juan Andrés realizara para Tacha. Como se puede apreciar, El Tachenko fue un producto destinado exclusivamente para una persona, pero con el tiempo hubo una mayor cobertura que abarcaba unos diez amigos cercanos al director del mismo. Estos a su vez fueron difundiéndolo entre sus familiares y conocidos, quienes se sintieron atraídos por este nuevo fenómeno informativo, logrando ser aceptados dentro del club de suscriptores.
Hasta el momento son 25 lectores; aunque algunos no llegan a la segunda suscripción porque olvidan hacerla o simplemente pierden el interés al no verse incluidos de forma constante en los diferentes artículos, ya que estos giran en torno a los amigos más allegados de Juan Andrés.
Cabe destacar que dentro del progreso de El Tachenko se encuentra su inminente internacionalización, debido a que algunos de sus lectores más asiduos se han ido a vivir fuera de Cali o de Colombia, pero no han querido dejar de recibir las novedades que rodean al pasquín. Por eso el director se ha visto en la obligación de enviar ejemplares a Inglaterra, a algunas ciudades estadounidenses y dentro de Colombia, a Medellín y a Bogotá.
Si se hace una comparación con el diario caleño El País, se podría decir que a diferencia de El Tachenko, éste está dirigido a un público más amplio y menos selectivo, mientras el “Esporiódico” circula exclusivamente dentro de un grupo muy pequeño. En lo referente a los temas, se tiene que el periódico en cuestión abarca todo tipo de necesidades informativas; es decir, está dividido en secciones dirigidas a lectores específicos. Por su parte El Tachenko no tiene una segmentación ni una jerarquización temática porque sus receptores no exigen ningún tipo de orden ni tema en especial; simplemente buscan divertirse con las experiencias de sus amigos.
El lenguaje y las estrategias comunicativas que emplea El País están enfocados a diversos sectores sociales y culturales: es leído tanto por el obrero de escasa educación, como por el profesional con alto nivel intelectual. En cambio El Esporiódico El Tachenko es leído por un grupo exclusivo conformado por altos ejecutivos y profesionales independientes. A diferencia de este periódico (El País), en el pasquín impera el gusto del público por un estilo “periodístico” autónomo, satírico o juguetón, paralelo al discurso de la “información” propiamente dicha.
Es conveniente resaltar que la relación del “Esporiódico” con su público, por ser éste un grupo pequeño y conocido, es mucho más cercana y directa que la que mantiene El País con sus lectores. Siendo así, se tiene que para Juan Andrés estos son muy importantes, por eso piensa siempre en sus gustos y procura recoger sus opiniones e impresiones sobre los temas. Además dice: “Uno se va acostumbrando a qué es lo que a la gente le gusta consumir. Uno le va cogiendo el tiro a la mamadera de gallo”. De otro lado, cuando los suscriptores tienen una crítica que hacer, la realizan en persona (cara a cara) y no por carta como se haría en un diario oficial.
FRAGMENTACIÓN
En la actualidad, el mundo entero puede hablar de una explosión de información, que gracias a los medios tecnológicos como la televisión por cable, el correo electrónico y demás, nos da una inmensa cantidad de posibilidades, tanto para producir como para circular un determinado producto.
En la medida en que prolifera la información, ésta se va haciendo cada vez más variada, lo cual genera una diversidad en cuanto a comunidades de consumo; a la vez que transforma el concepto de espacio y tiempo donde “el proceso de mercantilización permite entender las nuevas estructuras de ellos en la modernidad. El tiempo representa movilidad y cambio y el espacio inmovilidad y enraizamiento”. 9
Por medio de la tecnología podemos encontramos con otras personas sin que ninguna de ellas salga de sus casas. “La ciudad ya no necesita cuerpos reunidos sino cuerpos conectados”. 10
Como obtener toda la información es algo imposible, cada quien se ve en la tarea de seleccionar aquello que considera más importante o entretenido y es en este momento donde se hace necesaria la creación de ghettos. Así pues, podríamos considerar al Esporiódico El Tachenko como uno de esos mecanismos que, de alguna manera, busca crear una nueva forma de comunicación entre un grupo de amigos, donde ya no es necesario que se reúnan constantemente para estar informados entre sí, sino que pueden, con facilidad, compartir “a distancia” algunas de sus experiencias con sólo recibir por correo el pasquín que los informará de los últimos acontecimientos de su grupo de amigos.
A diferencia de un periódico como El País y en general, cualquier periódico moderno que “como ningún otro espacio discursivo en el siglo XIX, cristaliza la temporalidad y la espacialidad segmentadas distintivas de la modernidad” 11, el Esporiódico El Tachenko no permite una fragmentación de públicos porque sencillamente todos sus suscriptores están interesados en leer el impreso de principio a fin. Ellos saben que en cualquier párrafo o en cualquier renglón, es factible encontrar sus nombres o algún hecho que haga alusión a cierta experiencia vivida por uno de los amigos del grupo. Pensar en una lectura total de El Tachenko, de ninguna manera puede compararse con la de un periódico como El País porque el “Esporiódico”, además de contar con tan sólo cuatro páginas, sale al “reducido mercado” con una frecuencia aproximada de una vez cada dos meses. De la misma manera como “el sujeto urbano experimenta la ciudad” porque la lee en un periódico que le cuenta de sus distintos fragmentos” 12, un grupo de 25 amigos puede, por medio de la lectura de un pasquín elaborado por computador, informarse de muchos de los acontecimientos ocurridos dentro del grupo y conocer las situaciones particulares de sus suscriptores.
VERACIDAD
Juan Andrés Sinisterra disfraza, distorsiona y exagera la realidad para hacerla divertida y agradable; en cierta forma “representa” la cotidianidad a través de un juego de palabras en donde se da una ruptura de sentido; es decir, que se pasa de un registro real lógico a uno ficticio, por así llamarlo.
En cierta forma hay una caricaturización de los hechos, con la que se busca lo picante; logrando así su objetivo de informar con humor. En este caso “se recrea el espacio colectivo”, según Julio Ramos, quien es muy específico cuando presenta al cronista (de finales del siglo XIX) como un ser que utiliza en sus escritos la reinvención como mecanismo para recontar la realidad y hacerla más amable. Esta característica que destaca al cronista de la época, data aproximadamente desde hace un siglo; pero de forma paradójica hoy, Juan Andrés, un hombre que no tiene nada que ver con las letras, cumple una labor muy parecida a la de este personaje, lo cual no implica que los objetivos de él sean los mismos que los de los antiguos cronistas.
Los artículos publicados en el Esporiódico El Tachenko podrían catalogarse como reales, pero con un gran componente de ficción, pues se cuenta la esencia de los acontecimientos, mas se le adorna de forma exagerada dando origen a sensacionales y jocosos sucesos. Como vemos, la veracidad es relativa y el proceso informativo es distorsionado; sin embargo, el lector no asume toda la información como real porque es consciente y cómplice de este juego que puede convertirse en un relato de ficción que evidencie un cierto aspecto anti- informativo que viole las normas de referencialidad periodística.
Entrando a establecer diferencias con el conocido diario caleño El País, es muy claro que hay más fidelidad en cuanto a los hechos, ya que la principal función de este medio impreso es la de informar sobre el hombre y sus circunstancias, la forma en que éste interactúa con su entorno, incluyendo la sociedad misma.
Juan Andrés, por medio de El Tachenko, busca comunicar y divertir al mismo tiempo a sus amigos, a través de la exageración, inversión, deformación y hasta ridiculización de la información; que aunque parte de una realidad, no guarda total lealtad con ésta.
Lo contrario sucede con El País, que busca notificar sobre todo aquello que tenga que ver con la gente, pero de la manera más verídica posible. El interés de este periódico no es el de hacer reír a sus lectores, sino el de tratar con autenticidad un suceso.
En lo referente a las corresponsalías, tenemos que El Tachenko cuenta con un multifacético corresponsal que asume varias identidades (continuando con la caricaturización de la realidad) para ser más fiel al modelo de los periódicos corrientes, que como El País, cuentan con múltiples periodistas, los cuales cumplen funciones investigativas específicas. No obstante, cabe anotar que el pasquín recibe en algunas ocasiones, no muy frecuentes, informes por parte de lectores que a veces disfrazan su verdadera identidad.
Siguiendo con las formas que utiliza este medio comunicativo para disfrazar la realidad, se puede destacar que la publicidad consignada en él no es real y no tiene como objetivo comercializar los productos que se anuncian, como sí ocurre en El País, sino que busca hacer reír mediante la crítica y la distorsión de los anuncios publicitarios reales. —MIO/MAC/VEV
_________________________________________
2 Canción popular de Piero.
3 DARY, David. Op. Cit, pág.62.
4 Ibidem, pág. 62.
8 Entendiéndose por oralidad secundaria a una cultura ligada al impreso y a las tecnologías electrónicas. (Ver Oralidad y Escritura de Walter Ong).
9 MURDOCK, Graham. Las comunicaciones y la constitución de la modernidad en: Revista de Occidente, No. 170/171 Julio-Agosto, 1995.
10 BARBERO, Jesús Martín. Conferencia dictada en la Universidad del Valle.
11 RAMOS, Pp. Cit.
12 Ibidem.
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ANALISIS DEL ESPORIODICO EL TACHENKO
Por: Victoria Eugenia Valencia, Maria Isabel Ospina, Mario Alfonso Cárdenas
Julio 10, 1996 ® Todos los Derechos Reservados
UNIVERSIDAD DEL VALLE
HISTORIA DE LA COMUNICACIÓN
TRABAJO FINAL: ANALISIS DEL ESPORIODICO El Tachenko
PRESENTADO A: GRISELA GOMES
POR:
MARIO ALFONSO CARDENAS, CODIGO: 9411573
MARIA ISABEL OSPINA, CODIGO: 9420998
VICTORIA EUGENCIA VALENCIA, CODIGO: 9417564
PLAN COMUNICACION SOCIAL (3548)
JULIO 10 DE 1996